jueves, 7 de noviembre de 2013

Con la hora cambiada

Así andamos todavía.... En el primer cambio de horario de Mario, todavía era un bebé, y lo más complicado fue reajustar el horario de las tomas porque tenía un reloj en el estómago y como para hacerle esperar una hora!

Luego ya el único problema que hemos tenido ha sido, sobre todo en este cambio de invierno, que se queda con el biorritmo cambiado y nos aparece tempranísimo todas las mañanas. A las seis de la mañana un sábado "Ya he terminado! A jugar!" (desde hace un par de meses, en vez de llorar o quejarse cuando se despierta para avisarnos, lo ha cambiado por el Ya he terminado - de dormir, supongo-). Y el domingo otra vez, y así casi todos los días, luego a última hora está que se cae.

Esta vez creo que es la que más le ha durado el desajuste, pero como está con las muelas y no duerme tan profundo como de costumbre, yo creo que abre un ojito y ya se piensa que toca leventarse. Poco a poco, pero es lo malo de ser tan rutinarios, que asume las rutinas por completo y luego ya no hay quien las cambie.

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