jueves, 7 de marzo de 2013

Capacidad para comunicarnos

Es lo que estamos ganando con Mario cada día. Desde las vacaciones de Navidad, el avance ha sido espectacular. Comenzó por aprender un par de palabras nuevas cada día, primero eran sustantivos y algún verbo, pero luego empezó a comprender palabras más complicadas como adjetivos, adverbios o incluso expresiones hechas (comenzó a decir vale y ome - hombre-). También comenzó a utilizar el gracias o a entender conceptos más abstractos como nada, muchos, etc.
Poco a poco comenzó a hacer frases cortas, de unas poquitas palabras y a soltar parrafadas y discursos, ya incomprensibles para nosotros, pero constantemente. Incluso hay mañanas que se despierta y se pone a hablar con su osito en la cuna, un buen rato, sin llamarnos hasta que no termina de contarle lo que sea. Con el paso de los días hemos ido comprendiendo cada vez más partes de estos discursos y Mario ha empezado también a tener más memoria para las palabras y expresiones y a asociar ideas.
Dos ejemplos de cómo estamos ahora. Muchas noches padreprimerizo y yo tomamos un trocito de queso con la cena, Mario nos suele pedir, pero siempre lo prueba y no le gusta porque es un poco fuerte para él, que está acostumbrado a los quesitos cremosos. Por lo que solemos comentar entre nosotros que si va a tomar queso mejor le sacamos otro que no sea tan fuerte. Pues ahora todas las noches cuando nos ve sacar nuestro queso se pone muy serio y nos dice: "Mario no, este fuerte, Mario no, otro quesito". Claro, el primer día no nos lo creíamos...
Y casi mejor, el otro día fue capaz de explicarnos en casa que le habían dado un golpe en la guardería recogiendo los juguetes y que le habían hecho pupa en la cabeza. Es la primera vez que le pasa algo sin estar nosotros y que luego es capaz de explicárnoslo y que lo entendamos (luego lo confirmamos con su profe y nos contó lo que había pasado).
Mi sensación con estos avances es que está de mejor humor en general, porque yo creo que entre verano y navidades quería decirnos cosas y no le entendíamos, por lo que a veces se frustraba (a pesar de que el pobre lo intentaba con la mímica, pero es que a veces somos inútiles papá y mamá). Ahora como se hace entender enseguida, en casa todo va más fluido con el pequeño cascarrabias.

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