jueves, 15 de noviembre de 2012

Monopatines

En el parque que tenemos más cerca de casa hay una zona para skaters, y desde que Mario es un bebé, pide siempre quedarse un rato mirando. Les sigue todos los movimientos con la boca abierta, y desde que interactúa un poco más, les aplaude y les jalea cuando le gusta lo que hacen.
Ahora que va andando a todas partes, hay que sujetarle para que no se meta en todo el medio, y cuando todavía no hacía tan mal tiempo, uno de ellos muy amable, estuvo un rato jugando con él y le dejó su monopatín. Hasta el punto de que Mario llegó a recorrer una distancia cortita sin agarrarse a nadie (para estas cosas es miedoso pero se lanza, le puede la curiosidad).
Desde ese día, todo lo que sea susceptible de utilizarse como un monopatín en casa, tiene ese uso. Así que tenemos que andar con mil ojos, porque si algo tiene ruedas o un mecanismo similar, Mario se descalza y se sube encima para intentar repetir su hazaña.
Es curioso como en ocasiones ya observamos que, a pesar de ser tan pequeño, tiene sus propios gustos y que se decanta por cosas en las que nosotros no le hemos insistido ni le hemos enseñado. Parece que esta va a ser una de ellas....

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