domingo, 29 de enero de 2012

Ver la tele

Como ya hemos comentado alguna vez, en casa la televisión siempre está apagada desde que nació Mario. Además de que no tenemos tiempo para verla, nos hemos dado cuenta de que si está encendida, estemos viendo lo que estemos viendo, se queda hipnotizado y no presta atención a ninguna otra cosa. Y claro, no nos gusta.
Desde estas vacaciones de Navidad hemos probado a ver alguna vez el telediario o algún capítulo de una serie con él en el salón, y pasados los primeros minutos, la verdad es que se pone con lo suyo y la ignora bastante. Bueno, a veces se obceca y se empeña en ponerse en "primera fila", pero entonces apagamos y a otra cosa.
Lo que sí hemos empezado a hacer es a ponerle al final de la tarde, coincidiendo con el momento de los aerosoles, unos 10 ó 15 minutos de televisión sólo para él. Cuando empezamos, le poníamos los Cantajuegos. Como son las canciones que le cantamos normalmente, le encantan, las reconoce y le gusta ver los bailes y los dibujitos. Hace poco hemos descubierto Baby Einstein, y las caritas que pone cuando lo ve son para hacer una película. Le encaaaaaaaaanta. Saluda a todos los muñecos, baila con la música (aunque sea clásica, es un marchoso), hace ruiditos con las imágenes que le gustan.
Vamos, que ese ratito al final del día, sea con las canciones o con el Baby Einstein, le sirve para estar entretenido mientras está con sus vapores y le hace pasar un rato estupendo, ya más tranquilito justo antes del baño. Todo en su justa medida.

viernes, 27 de enero de 2012

Tortugas

Mario sigue sin andar sin agarrarse a las cosas, ya no le da miedo, pero de momento parece que no tiene ningún interés. Eso sí, se pasa todo el día de pie, ya te pide que le des las manos para avanzar andando, y ha cambiado mucho en su manera de jugar y de entretenerse.
Nos han dicho en la guardería que van a desdoblar grupos para separar a los más bebitos de los que ya están más avanzados, y eso supone que Mario pase de las hormigas a las tortugas. Pasan a más de sus compañeros y les juntan con alguno nuevo, así que mantiene a algunos amiguitos. Pero es un cambio de aula y de cuidadora.
No sabíamos cómo iba a resultar, pero después de unos días, hemos visto que ha sido todo un éxito. Mario tiene un feeling especial con su nueva cuidadora, y está claro que la nueva rutina y las actividades que hace con las tortugas le encantan. Se queda todos los días contentísimo, ya nunca protesta y nos dice su cuidadora, que participa en todo alegre y concentrado, que es el primero en las "asambleas". Qué bien, es la primera vez que vemos que se queda feliz y que sale feliz. No es que hasta ahora le hubiéramos visto triste o llorando, pero tampoco le apetecía quedarse allí, estaba claro. Ahora en cuanto sabe a dónde vamos se pone contento y entra en clase diciendo Hola, hola. La verdad es que es un alivio. Como dice su pediatra, está madurando....

sábado, 21 de enero de 2012

Vamos bien

Bueno, después de las primeas dosis de antibiótico y estando en casita bien cuidado, parece que Mario se está curando rápido, menos mal.
El entretenimiento por excelencia de estos días han sido los bloques de plástico tipo "Lego" (pero grandes, claro) que le trajeron los Reyes en casa de los abus. Hasta ahora los usaba sólo para morder, pero estos días que hemos estado en casa, ha aprendido a encajarlos y a desencajarlos. Al principio se ponía muy nervioso si lo conseguía, o si pasaba mucho rato y no podía. Pero ha sido una verdadera obsesión hasta que lo ha conseguido sin ayuda, y ahora le encanta, se pasa ratos larguísimos él sólo con las construcciones.
Es muy curioso ver cómo va evolucionando. Primero aprendió a desencajarlas, luego a encajar las de dos módulos, pero sólo un piso. Luego se dio cuenta de que podían hacer más pisos, y ahora está aprendiendo a mezclar otros tipos de piezas. Y todo esto sacando la lengua por un ladito todo concentrado. Para comérselo, qué gusto ver que se encuentra mejor.

miércoles, 18 de enero de 2012

Amigdalitis

Después de unos tres o cuatro días de rutina, Mario ha empezado a ser otra vez el de siempre y nos hemos "reconciliado". Protesta medio segundo cuando le dejamos por la mañana en la guarde, pero el resto del día está feliz como una perdiz.
Lo malo, es que a pesar de haber batido un record (7 días laborables seguidos de guardería sano), ya está malito otra vez. La verdad es que después de todas las Navidades sin mocos, ni flemas, ni tos, ni aerosoles ni nada, en tres días ya empezamos otra vez. Pero de momento se quedó ahí. El caso es que ayer le recogimos al mediodía y nos dijeron que le habían dado arcadas con su puré y que había comido fatal. Mala señal, porque es el día que llevamos puré de casa para que coma su pescadito (merluza con acelgas le tocaba, que es su favorito) y normalmente lo come estupendamente.
Ya le habíamos notado en el desayuno que no le apetecía comer, pero como está otra vez con nuevos dientes, pensábamos que era eso. Pues no, por la tarde fiebre y una noche espantosa. Hemos ido a la pediatra y nos ha dicho que tiene unas placas considerables. Así que antibiótico (amoxicilina) y los cuidados ya habituales para la fiebre, la garganta, etc.
El antibiótico se lo hemos empezado a dar con jeringuilla porque como le duele la garganta traga muy mal, así nos aseguramos de que lo toma entero. Menos mal que le gusta el sabor.
En cuanto a la fiebre, Apiretal y mucha agua, si vemos que le sube muy rápido, alternaremos con Dalsy. Y pañitos de agua fresca o baños si es necesario (que espero que no, lo pasamos todos fatal).
Como siempre que le duele la garganta, la comida más bien fresquita, no le apetece nada caliente. Y cosas que le gusten, sobre todo yogur, frutita, lo que veamos que le va entrando y en los momentos en los que no tenga fiebre, claro.
Poco a poco.

miércoles, 11 de enero de 2012

Mala vuelta a la rutina

Mario ha tenido un principio de semana complicado, pero el mío ha sido peor (bueno, peor no lo sé, pobre, como no se puede explicar...). 
Después de pasar casi todo el mes de Diciembre y la primera semana de Enero en casa entre unas cosas y otras, la vuelta al cole no le ha sentado muy bien. Cuando le dejamos por la mañana protesta un poco, pero antes de que nos vayamos ya se le ha pasado. Luego su cuidadora nos dice que pasa la mañana muy bien y que come estupendamente, como de costumbre. La tarde en casa, bien también, con papá y mamá.
Pero a partir de cierta hora, más o menos después del baño y alrededor de la hora de la cena, sólo quiere brazos con papá y no tolera a mamá cerca. Para nada. Además ha pasado dos noches muy malas con los dientes, y no deja que mamá le coja ni le consuele.
Ya nos había pasado antes, alguna rabieta cuando ha estado enfermo y no le podíamos quitar la fiebre o un dolor, o cuando ha vuelto a la guarde después de muchos días en casa. Y por cómo se comporta, parece que piensa que la responsabilidad es mía. Tanto cuando no le arreglamos algo que le pasa como cuando no quiere ir al cole, se enfada tremendamente conmigo. Sólo conmigo, le echa los brazos a cualquiera (suele ser a papá que es la otra opción, pero ayer fui a buscarle con la abu y ni me miró, le echó los brazos a ella directamente). Qué duro.
Pero bueno, intento que note lo menos posible que me afecta, le sigo hablando igual, le canto, no le fuerzo a que esté en mis brazos pero me quedo cerca. Si se pone muy tirano, le ignoramos lo más posible. Bueno, lo típico que se supone que se debe hacer ante las rabietas. Pero claro, como es tan pequeño, tampoco tenemos muchas herramientas para tratar con él cuando se pone así. Paciencia, tampoco se me ocurre mucho más. Espero que como otras veces que le ha pasado sea sólo unos días.

domingo, 8 de enero de 2012

Dieta

La dieta de Mario es muy parecida desde hace unos meses, lo único que ha cambiado poco a poco son los ingredientes de los purés del mediodía:
  • Desayuno y cena (a las 8.30 y a las 20.30): Papilla de 8 cereales, 240 ml de leche con 8 cacitos de cereales. Y un vasito de agua.
  • Comida (a las 12.30): Unos 300 gramos de puré (dos días a la semana de ternera, otros dos de pollo, otros dos de pescado y uno de lentejas con juevo), un yogur natural de postre y un vasito de agua. Los purés pueden llevar patata, acelgas, judías verdes, zanahoria, calabaza, puerro, arroz, manzana. En cuanto al pescado, hemos probado la merluza y el lenguado. También usamos alguna vez carne de pavo o de cordero para variar un poco.
  • Merienda (entre las 16.30 y las 17.30, depende de lo que pase con la siesta): Papilla con 2 piezas de fruta, 1 ó 2 galletas María y, o bien 60 ml de leche o bien zumo de naranja. Si la papilla es con leche, le solemos dar el zumo de naranja por separado. Hemos probado la manzana, la pera, el plátano, la piña, el melocotón, la mandarina y el mango.
Y por lo que hemos hablado con la pediatra, seguirmos así más o menos hasta que cumpla el añito.

Lentejas y huevo

Hemos preparado un puré cociendo patata, arroz, calabaza, calabacín y un poco de arroz 20 minutos. Cuando quedaban 5 minutos, hemos añadido lentejas cocidas de bote. Y justo antes de batir, media yema de huevo cocido. Como siempre, antes de comer, un chorrito de aceite de oliva.
Se ha chupado los dedos, así que prepararemos más para congelarlo y otra cosa nueva para el menú.

jueves, 5 de enero de 2012

Cosas que Mario ha aprendido este mes

  • A bailar y seguir el ritmo.
  • A andar agarrado a los muebles (aunque sin sujeción fija, ni hablar, ni siquiera con nosotros, le da miedo).
  • A saludar con las dos manos juntas (cuando celebramos que ha hecho algo bien) y a aplaudir.
  • El concepto de dentro y fuera, con los juguetes, con los cajones, etc.
  • A coger cosas con los deditos con fuerza, girarlas, etc. A pasar las páginas de los cuentos, tocar las teclas del pianito con los dedos separados sin aporrear.
  • A esconderse y dar sustos.
  • A vestirse y desnudarse de pie para ayudar y no estar sin hacer nada.
  • A lavarse la cara y las manos en el bidé.
  • A decir claramente hola, papá, mamá, nene y agua.
  • A llevarse cualquier cosa a una oreja y utilizarla como teléfono para decir Hola.
  • A resistirse a la trona en todo momento a no se que sea para comer, pero ni un segundo más. Todo el día para arriba y para abajo reptando, gateando o en vertical apoyado en algo aunque sea con un dedito.
  • A morder galletas y pan con los nuevos dientecillos, ya no sólo a reblandecerlos. Aunque con otras cosas todavía no sabemos o no nos apetece....
  • A imitar a mamá y a papá en todo, todo, todo lo que dicen y hacen. 
  • Pero a hacer cosas propias que no son imitaciones. Por ejemplo, cuando se enfada porque quiere hacer algo y no le dejas, o porque no le sale algo, se para, se sienta, estira los brazos hacia abajo, mete la barbilla en el pecho, cierra los ojos, resopla, y luego sigue como si tal cosa. Eso tiene que se suyo propio, porque no es un gesto que nos haya visto hacer a nosotros.

miércoles, 4 de enero de 2012

Dudú humano

Hace ya algo más de un mes que es casi un milagro que Mario duerma algo de siesta durante el día, todo es una pérdida de tiempo que le interrumpe en sus juegos y exploraciones, así que dormir, más todavía.
Durante las vacaciones de Navidad salíamos a dar un paseo por las mañanas y aprovechaba para dormirse durante el paseo. Cosa rara, porque normalmente le encanta la calle y lo va mirando todo, pero en estos momentos, da la sensación de que es lo que menos le molesta perderse. Pero cuando no estamos de vacaciones, no tenemos esa posibilidad.
Lo que ha empezado a pasar, es que por muy cansado que esté Mario, le ponemos el chupete, le metemos en la cuna, se revuelve, se pone de pie y empieza a hacer de todo. Así que la única opción que tenemos es hacer de dudú humano. Que no es lo mismo que dormirle en brazos....
Cuando vemos que el día avanza y que Mario no ha dormido, o justo antes de la merienda o justo después, nos lo llevamos a su cuarto, bajamos la luz, nos quedamos calladitos, le ponemos el chupete y le hacemos literalmente el abrazo del oso. Durante los cinco primeros minutos, protesta y se enfada, pero al sexto se acomoda, te mira con cara de gratitud y se pone a roncar como un bendito.
Para que duerma entre 45 minutos y una hora, es la única solución que tenemos ahora mismo. Y como todavía es muy pequeño y lo necesita para terminar el día en condiciones (si no duerme nada, las últimas horas de la tarde se las pasa lloriqueando y echo polvo), pues es lo que toca, hacer por una temporada de dudú humano...

martes, 3 de enero de 2012

Límites

Mario ha cambiado mucho este último mes, supongo que se ha juntado que lo ha pasado casi entero en casa con nosotros con su edad. Ha aprendido muchas cosas nuevas y su movilidad y destreza con las manos ha mejorado muchísimo. También se ha notado un cambio en cuanto a carácter, ahora hay muchas cosas que quiere hacer él sólo y otras que se empeña en hacer aunque sabe que no puede.
Hace ya unos meses, cuando empezó a reptar y a gatear, y a moverse por toda la casa, que empezamos con Pupa, Caca, Cuidado y en definitiva, No. Tienes que hacer una selección, porque claro, no le vas a decir que no a todo, tienes que dejarle que experimente, que pruebe, que toque. El No está reservado para todo lo que es peligroso o que puede implicar que rompa algo importante. Hasta ahora, nos habíamos apañado, pero ha empezado a buscar nuestros límites y pasa algunos días enteros empeñado en hacer, una cosa detrás de otra, todo lo que sabe que no le dejamos hacer. Además es curioso, porque es muy pequeño y no sabe mentir, así que notas en su cara exactamente, lo que está a punto de hacer o si te va a hacer caso o no.
En general es muy bueno, y sólo nos reta pero nos hace caso. Pero hay cosas concretas con las que no hay manera, y claro, intentar razonar con un bebé de 10 meses es complicado. Así que poco a poco y con mucha paciencia.
Lo que tenemos comprobado es que cuando se enfada porque quiere hacer algo él sólo o no quiere que le manejemos, hay que hacerle participar de alguna manera. Por ejemplo, en las comidas él ya bebe sólo con su vasito de dos asas, pero claro, la cuchara se la damos nosotros. Cuando se pon muy pesado y no quiere comer más, le damos un plato vacío y una cuchara a él, y vamos turnando su cuchara "vacía" con la nuestra llena. Vamos un poco más lentos, pero así come bien. También le dejamos que moje la suya en el puré y que la vaya chupeteando, etc. Si el problema es que no quiere que le cambiemos el pañal (se enfada mucho porque interrumpimos sus juegos cuando se hace caca, desde luego.... que malos padres), pues hay que dejar que sujete el paquete de toallitas, la crema, el pañal. Si el problema es que se quiere vestir solo, pues hemos visto que lo mejor es vestirle de pie en la cuna en lugar de tumbado en el cambiado, y haciendo que él  sujete la ropa, que vaya levantando los brazos y las piernas, etc. Y jaleando todo mucho, claro. A veces se va más lento, pero así no se pone tan pesado ni se lleva ningún disgusto. Y como poco a poco va aprendiendo, también es una gozada verle.
En cuanto a los límites y las prohibiciones, es más difícil con un niño tan pequeñito. Yo tengo comprobado que si no te mira a los ojos cuando le dices No, no vale para nada. Pero aunque se lo digas muy serio, mirándole a los ojos y las mil veces que se ofusca con algo, no siempre funciona, a veces decide no hacerte caso. Entiende que no puede pasar a la cocina, vamos dominando el tema de los cables, pero por ejemplo no hay manera de que no saque todos los libros de las estanterías y vaya rompiendo páginas de todos ellos poco a poco al manipularlos. Tampoco hemos conseguido que deje de zarandear una mesa que hay pegada a una lámpara de pie (le gustan los ruidos fuertes) y a un radiador, que un día acabará tirando de los meneos que le pega. En fin.

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